Un poco de realismo
En su reciente visita a España el presidente de la República de Paraguay, Santiago Peña, concedió una entrevista al diario El País. Durante la misma, el mandatario reiteró algunos de sus habituales “talking points” sobre las ventajas comparativas del Paraguay. Habló del resurgir de un gigante, de la población joven, de la tierra fértil y abundante agua. Volvió a decir que el Paraguay debe vencer su “mediterraneidad mental”, pensar en grande y sentarse en la mesa como un igual, dispuesto a ejercer un nuevo protagonismo.
De las cosas que dijo, llamó la atención una en
particular. Le preguntaron sobre su simpatía por Javier Milei, y aclaró que
tiene una “relación cercana”, pero que también mantiene relaciones estrechas
con Gabriel Boric, y Lula da Silva. Sin embargo, lo central fue la parte en que
dijo, “él (Milei) está queriendo hacer lo que nosotros hicimos, que es una
economía de inflación baja, con deuda pública baja, con inversión alta. Milei
intenta replicar el modelo paraguayo”.
La respuesta vino de la mano de un influyente
diputado nacional argentino, Miguel Ángel Pichetto, quién dijo, “La macro es espectacular,
pero tienen 5% de ricos y el resto pasa muy mal”, para luego hablar sobre la
concurrencia de paraguayos a los servicios sociales argentinos por la poca
cobertura y falta de calidad de los servicios sociales en Paraguay. Fue una
respuesta que de algún modo pinchó el globo del entusiasmo y exitismo con el
cual se está queriendo poner al Paraguay en el mapa.
Las intervenciones del diputado nacional no
fueron muy felices, pero introdujo una desavenencia que quizás otros estén
pensando, pero prefieren mantenerlo en silencio. Una suerte de llamado a que
los ánimos se moderen, que pensemos más y mejor sobre la inserción del Paraguay
en la región y que nos aproximemos a esas relaciones con mayor realismo. El
político colorado paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, dio una respuesta oficiosa
a lo de Pichetto, acusándolo de xenófobo y de formar parte del nuevo espíritu
no integracionista desplegado por el gobierno de Milei. Al mismo tiempo, acusó
al gobierno de Peña de no tomar cartas en el asunto, con la requerida
vehemencia.
El político señaló algo que es preocupación de
muchos. Hay un silencio sobre temas claves de la política exterior. Las
negociaciones en las dos hidroeléctricas binacionales y la cuestión del “peaje”
en la hidrovia no han llegado a ninguna resolución. El tema de la tarifa en
Itaipú sigue en veremos y con muy pocas chances de que se llegue a la tarifa
deseada por Paraguay. Duarte Frutos reclamó “mejores negociadores”, pero ¿hasta
qué punto es cuestión de mejores negociadores? Para el Brasil, Itaipú
representa aproximadamente el 10% de su consumo de energía, mientras que para
Paraguay es el 90% aproximadamente. Además, el gobierno de Lula da Silva tiene
que comparar el beneficio de bajarle el costo de la energía a sus ciudadanos o
crear un hipotético “fondo de desarrollo”, con una contraparte que toma
posiciones muy contrarias a las suyas, apoyando a Taiwán e Israel, y con
simpatías con la ultraderecha.
Esta falta de realismo indica una seria
necesidad de hacer una revisión de la política exterior. En el mundo de las
relaciones internacionales, no es cuestión de voluntarismo, sonrisas y abrazos.
A cada país le corresponde hacer un balance de la correlación de fuerzas en
función de su situación. A muchos no les gusta escuchar esto, pero el Paraguay
es efectivamente un país mediterráneo, extremadamente dependiente de los países
vecinos para el flujo comercial y la energía. Además, las asimetrías con esos
vecinos son evidentes, en términos económicos, políticos y militares. Si bien
no hay en estos momento posibilidades de un conflicto entre Estados, el
Paraguay no tiene una fuerza militar disuasiva y depende del derecho
internacional para proteger su integridad territorial. Además, actualmente, sus
relaciones con los dos grandes polos de poder en el mundo son débiles, con
Estados Unidos por el tema de la corrupción, y con China porque se apega a ser
el último país sudamericano en reconocer a Taiwán. Son consideraciones de peso
que no parecen tener el suficiente calado en las expresiones de sus principales
voceros.
Comentarios
Publicar un comentario