La elección de Esperanza



La elección de Esperanza Martínez como candidata a la presidencia de la república en representación de los partidos y movimientos que conforman “Ñemongeta por una Patria Nueva” marca un hito importante en el proceso político nacional. Sin duda, el hecho de que sea una mujer candidata ya de por sí establece una diferencia. Estamos ante un fenómeno relativamente nuevo, signado por la irrupción del género en la formación de los liderazgos políticos, con otras dos aspirantes muy conocidas, Kattya González y Soledad Núñez, esperando su oportunidad.  Todas muy capaces e interviniendo en el debate con altura, coraje y sustancia.

Sin embargo, la concreción de una candidatura femenina no es el único hecho de significación importante en este proceso. Llegar a un momento como el que representó la Convención de Ñemongeta también demostró que fue acertada la estrategia de retiro “transitorio” del Frente Guazú de la mesa de partidos políticos que se conformó para diseñar la formula de la concertación opositora. Era justo y necesario que se diese un espacio para aglutinar una izquierda fragmentada, por no decir pulverizada, de manera a poder presentarse como un frente amplio y con un potencial para sumar votos.

Tal como dijo Ermo Rodriguez, coordinador de Ñemongeta, con la Convención se puso fin a una etapa “cualitativa” y había que prepararse para una etapa “cuantitativa”, es decir, ser capaces de convencer al país que la izquierda tiene la fuerza electoral como para ser escuchada y tenida en cuenta.  Atributo que quedó muy disminuido después de las elecciones municipales de 2021, pues la fragmentación en la presentación de candidaturas en esa ocasión le dio un duro golpe a la presencia política de la izquierda.

La fórmula para el crecimiento al que alude Ermo Rodriguez es obviamente la formación de una estructura más sólida y homogénea, con presencia en los distintos territorios del país. El hecho que Paraguay Pyahura y su correlato social, la FNC, se hayan unido a los actuales designios, ayuda, pues este es un movimiento que tiene capacidad de movilización. Sin embargo, hay muchos escollos en el camino a la unidad a nivel territorial. Uno de los problemas que ha tenido Frente Guazú, que ya de por si es una amalgama de voluntades progresistas, es que no tiene una estructura homogénea, sus presencias distritales o departamentales son débiles y a menudo se mueven más en función a las dinámicas locales, que en torno  a un proyecto nacional.

Sin embargo, el potencial electoral no tiene que ver solamente con la solidez y homogeneidad de la estructura a nivel territorial, sin también con algo que el propio Fernando Lugo mencionó, mediante una significativa repetición, hablando de “ideas, ideas, ideas”. A lo que agregó el anuncio de un futuro Congreso que consensuaría un programa. Este es un aspecto que merece una cierta profundización pues lo que hemos recibido los que estamos en la búsqueda de propuestas de políticas públicas hasta ahora son más bien titulares.

Lograr esos tipos de consensos en un conjunto tan diverso de fuerzas y actores no es fácil. El liderazgo de Lugo sigue siendo un factor gravitante en este sentido, no tanto porque él es un hombre que tenga convicciones muy claras en lo programático, pero porque insiste mucho en la unidad y la tolerancia. Este apoyo sigue siendo muy relevante, pues el propio Ñemongeta alberga en su seno una convivencia de izquierda y centro izquierda. Probablemente, lo más sensato será partir de esos titulares que ya circulan y ver con los círculos más técnicos que circundan a la izquierda cómo se podría desarrollar un contenido programático concreto, posible y eventualmente medible, rescatando las lecciones aprendidas en la gestión del primer gobierno de Lugo. En ese sentido, Esperanza Martinez, cuenta con la experiencia necesaria  para encausar el proceso.


Comentarios

  1. Buen artículo. Coincido en la mayor parte y agrego, Esperanza Martinez tiene la experiencia en la gestión ejecutiva y legislativa y tambien el conocimiento sobre políticas públicas con impacto social. Esta muy bien preparada y ha demostrado coherencia y honestidad.

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