Un fracaso diplomatico. ¿Qué sigue?
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Hace apenas dos semanas, el camino hacia la Secretaría General de la OEA parecía despejado. Nos habíamos ilusionado con la posibilidad de que un paraguayo ocupara un puesto internacional de alto perfil. Lamentablemente, esa candidatura se desplomó como un castillo de naipes a última hora. Las declaraciones y comunicados de países latinoamericanos, tras la asunción de mando del presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, laceraron brutalmente la narrativa optimista del Gobierno paraguayo. No quedó más que retirar la candidatura del canciller. Ya no había alternativa. En su mensaje sobre el retiro de la candidatura paraguaya, el presidente Santiago Peña declaró que el objetivo “innegociable” de su propuesta había sido la “recuperación de la relevancia institucional de la OEA”, algo que, sin duda, necesita. Luego calificó dicha “visión” como una “lucha por los valores, principios e ideales que unen a nuestro continente tan único”. Sin embargo, no ahondó en absoluto sobre esos “valor...