Somos menos de lo que creíamos
Tenemos los resultados preliminares del Censo 2022 en Paraguay. Esta primera entrega ya ha suscitado un debate público importante y saludable. El tema más llamativo ha sido el resultado de cuánta es la población del país. Es 6.167.786. Una cifra que llamó la atención porque se alejaba sustancialmente de las proyecciones que se manejaban hasta ahora y que hablaban de 7.5 millones aproximadamente. Lo primero que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha sido explicar que ese resultado no se debe a la impericia del operativo censal del 2022 y dio argumentos válidos. También explicó que hubo un problema con la base de datos que se usaba para hacer las proyecciones, incluyendo el fallido censo del 2012. En efecto, el fracasado censo del 2012 quedará como una tacha del gobierno de Federico Franco y hoy podemos ver uno de los efectos negativos que tiene no respetar las recomendaciones técnicas que se hacen para la realización de los operativos censales.
La razón por lo cual somos menos tiene que ver
con al menos tres factores, según el análisis hecho por Iván Ojeda, presidente
del INE. Uno, el número de mujeres en edad reproductiva ha sido menor que la
proyectada, por ende, a menos mujeres, menos nacimientos. Dos, la fecundidad,
es decir el número de hijos por mujer, ha tenido una caída más pronunciada de
la esperada. Tres, la emigración ha sido mayor de lo previsto. Ha habido menos
nacimientos y se ha ido gente del país.
El hecho de que tengamos hoy una cifra más
acertada de cuál es la población del país, no cambia mucho las cosas en el
corto plazo. Lo que sí puede ser importante es plantearse algunas preguntas
acerca del por qué se dieron esos desplazamientos inesperados en las dinámicas
demográficas. La primera es, en nuestra opinión, acerca de lo que se conocen
como los “factores de expulsión”. ¿Qué provoca que la gente deje su país y
migre a otro? La emigración ha venido sucediendo de manera continua y
seguramente ha habido momentos en que ha sido más pronunciada que otros. Se
sabe que, en el 2002, por ejemplo, mucha gente se fue por la grave crisis en
que estaba sumido el país. También
sabemos que hay factores estructurales que coartan las oportunidades que tienen
las personas para progresar. De hecho, de acuerdo con el Índice
Global de Movilidad Social realizado por el Foro Económico Mundial, que evaluó a 82 países,
Paraguay quedó en el puesto 67, y está entre los tres peores de América Latina.
Es decir, las posibilidades de que una persona nacida en los estratos socio
económicos más vulnerables ascienda en la escala social es muy baja. Son los
síntomas de una sociedad amañada, que sirve a los pocos de siempre y deja a
muchos sin oportunidades. En todo caso, ser un país expulsor de gente no es
agradable constatar porque es una declaración muy fáctica de lo que significa
realmente la vida en el país de origen.
Una segunda y última pregunta es ¿cuál es el impacto de la
caída de la fecundidad? Una es que dicha
caída inesperada cambia las proyecciones en términos del peso que van a tener
los diferentes grupos de edad. Los grupos etarios infantiles irán disminuyendo,
seguirán creciendo los grupos de jóvenes y adultos, pero pronto veremos la
proporción de mayores de 65 aumentar. Todavía somos un país joven, sin duda,
pero eso cambiará más rápidamente de lo esperado. La alerta mayor, por ende, es
¿qué puede un país de ingreso medio, sin un sistema de protección social digno,
esperar de un proceso de envejecimiento acelerado? Y ¿cómo podrá la fuerza de
trabajo encargarse de los cuidados de sus mayores con la precariedad existente
de las condiciones laborales actuales?
Publicado en Ultima Hora el 3 de septiembre 2023
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