Las nuevas clases medias - Esteban Caballero

Uno de los temas importantes en el actual debate político es el que se refiere a las nuevas clases medias. En la primera década del siglo y hasta 2014, aproximadamente, los países de la región fueron capaces de reducir la pobreza y la desigualdad, creando un segmento social nuevo al que optimísticamente se le denomina nueva clase media, pero que en versiones menos triunfalistas se clasifica como clase media pobre o vulnerable. Vulnerables porque ante cualquier eventualidad crítica, sea económica o social, como la actual situación generada por la pandemia, o por problemas del hogar, como una enfermedad catastrófica, corren el riesgo de recaer en la pobreza.
Sebastián Piñera, en su campaña electoral del 2017 se refería con frecuencia a esta clase media "pobre", y les prometía un programa de protección especial que tuviese en cuenta su situación, hablándoles de apoyos en la salud, de becas para que sus hijos puedan estudiar en la universidad, y cierto resguardo ante el creciente endeudamiento y la falta de pensiones decentes. Piñera vio, con acierto, que la sociedad chilena era otra y que ese segmento de la sociedad constituiría su base electoral primordial.
Otra frase que repetía Sebastin Piñera era que esa nueva clase media había llegado donde estaba gracias a su trabajo y esfuerzo, y que no era la política social lo que más les interpelaba, sino el ofrecimiento de mejores oportunidades al generar crecimiento económico y empleos. Aquí también, Piñera tenía un grado de razón. Este nuevo segmento, si bien puede haber salido de la pobreza gracias a un entorno de políticas que apuntaban a dicho objetivo, sentían que todo el mérito era exclusivamente de ellos y que si otros permanecían en la pobreza era porque no habían trabajado lo suficiente o estaban enchufados a las dádivas de la política social de gobiernos que se consideraban de izquierda o progresistas. Esos mismos fueron perdiendo adhesiones por los casos de corrupción en países como Brasil, Argentina y Ecuador. No ayudó tampoco el secuestro de ese significante central de la izquierda que es la palabra "socialismo" por parte del régimen corrupto de Maduro o Ortega, o la casi total intrascendencia y falta de credibilidad del régimen socialista cubano.
El surgimiento de una nueva clase media, acoplado a una pérdida de legitimidad de la izquierda terminaron por darle vía libre al retorno del neoliberalismo. Este giro en la política regional está ligado al sorprendente (quizás no tanto) hecho de que la gente de pocos medios, culpaba a otra gente de poco medios por su suerte. Es una hipótesis plausible adelantar que dicho fenómeno fue acentuado por dos factores que tienen que ver con el aspecto sociocultural. Uno de ellos es el fenomenal ingreso de esas nuevas clases medias al consumo de los llamados bienes simbólicos que se les presentaban en las redes y en la web. CEPAL indica que entre el 2010 y el 2015 el acceso de los hogares al internet creció un promedio de 14% al año.El acceso al Internet móvil y a todo lo que circula por las redes creó un nuevo contexto semiótico, con sus luces y sus sombras. Entre estas últimas, podemos hablar de un contexto que se ha descrito como creador de culturas individualistas, del yo único, de la "persona" ficticia pero reconfortante, receptor de una cantidad de información que sin criterio puede acabar premiando la verosimilitud por oposición a la verdad. Individuos siempre sujetos a tácticas de interpelación con mucho uso de la imagen y el mensaje corto, etc.
El otro fenómeno es la toma del territorio por movimientos religiosos, difíciles de incluir en una sola categoría, pero que tienen que ver con pentecostales y neopentecostales, pastores evangélicos que hablan de la teología de la prosperidad o enfatizan la revelación espiritual y encaminan al individuo hacia su salvación por medio del esfuerzo individual, como un emprendedor más avezado que ese vecino que no pertenece al rebaño del pastor iluminado. Recuerdo una madre de la favela que encontró su paz en una pequeña iglesia de barrio después de la muerte de su hija adolescente por una bala perdida, no creía en los políticos, ni en las políticas, sólo en su pastor.
La reconstrucción de alternativas inclusivas y solidarias, dispuestas a orientar las políticas, pasa por encarar este nuevo contexto semiótico y las intervenciones de pastores milenaristas que activan un nuevo pensamiento mágico en los territorios. No todos son malos y no se puede generalizar, pero en muchos casos están haciendo mucho daño. En el gráfico que adjuntamos uno puede observar el grado de formación escolar por segmento de clase pobre y media, y se nota un pendiente en términos de formación. Lo hacemos porque esa nueva clase media está buscando su nueva identidad y diferenciación social, en un mundo tremendamente invasivo en términos de intentos de interpelación. Para poder resguardarse, es preciso desarrollar el Criterio. Un bien intangible, que la educación de calidad para todos a lo largo de la vida puede ayudar a desarrollar.



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